miércoles, 14 de abril de 2010

Crecimiento de la población en Santiago del Estero entre fines del siglo XVIII y primera mitad del siglo XIX. (Yocca 2007)

Sobre la población
Sobre la población santiagueña de fines del siglo XVIII podemos señalar que era importante el porcentaje de negros africanos traídos en condición de esclavitud y que en 1778, según los datos censales, ya superan en número a la población indígena lo que llevó al Cabildo a legislar sobre sus formas de vida y los problemas de convivencia que se habían generado con los demás sectores de la sociedad.[1]
En las actas capitulares se pueden observar disposiciones tendientes a marcar, con mayor infraestructura que la que existía hasta ese momento, la separación de la población negra del sector blanco en las rancherías que los primeros ocupaban y que eran parte de las fincas de las órdenes religiosas franciscanos, dominicos y mercedarios[2]. Los datos que hasta el momento manejamos indican que el total de la población santiagueña en estos años es de 15.456, de los cuales son 8.312 negros, 4.897 indígenas y 2.247 blancos. La composición rural y urbana era significativamente mayor para el primer segmento con un 89% contra el 11% de la segunda.[3] Para la última década del siglo XVIII, Alén Lascano aporta datos aclarando que se tratan de estimaciones. En este caso atribuye a la jurisdicción santiagueña conformada por la ciudad más antigua y los pueblos del interior un total de 32.000 de los cuales discrimina a 18.000 habitantes blancos, 12.000 indios y mestizos, y 2.000 habitantes entre negros y mulatos.[4]
En relación con la organización de trabajo servil de los indígenas que los españoles denominaron encomienda, fue curiosa la evolución de la población en estas instituciones que trabajaba en los obrajes de algodón y que fueron decreciendo de manera brusca. Estas prácticas artesanales habrían pasado a ser desarrolladas en las estancias y a los hogares criollos. Respecto del destino de los pobladores virtualmente desaparecidos un destino probable habría sido la fuga de los mismos hacia las zonas boscosas del río Salado.[5]
Según estimaciones de Diego G. De la Fuente, para los primeros años del siglo XIX una población total de 40.500 habitantes, y con esta cifra era entonces la jurisdicción más poblada de la intendencia de Salta del Tucumán de la cual dependía políticamente en la organización virreinal.[6]
En los primeros años de la vida independiente se realizaron levas de hombres para contribuir a las fuerzas militares tanto en el frente con los españoles como en la frontera con el indio que tenía su punto de mayor presión en el Fortín de Abipones al sur del actual territorio de Santiago del Estero.
En el año 1819 un censo -en el cual no se discriminaran ya las diferencias raciales-, reveló un total de 43.370 habitantes para la jurisdicción, y a esta cifra habría que agregarle la de 2.000 indígenas de poblaciones no reducidas.[7] En este relevamiento la población rural continuó siendo elevada con 38.005 habitantes contra 8.365 que residían en la ciudad de Santiago del Estero[8].
En la bibliografía trabajada pudimos encontrar también una estimación publicada en el diario “El Argos”  de Buenos Aires en febrero de 1824 que atribuye a Santiago del Estero una población total de 50.000 habitantes[9]. Igual cifra aportó un viajero ingles citado por Palomeque[10] quien aporta además una estimación de 60000[11] para 1854 y el sugestivo dato de 140000 habitantes para 1863, cifra que se acerca a los resultados del primer Censo Nacional de 1869.
A partir de los datos obtenidos se propone una estimación de crecimiento utilizando como base los datos del  Censo de 1778 recopilado por Antonio Larrouy[12] en el que se organizaron las jurisdicciones en curatos y que según consta en la mencionada fuente ha sido realizado por los sacerdotes de la diócesis con una interesante discriminación de razas y castas que dan una descripción de la sociedad santiagueña y de su ubicación espacial.

Crecimiento de la población en Santiago del Estero entre fines del siglo XVIII
 y primera mitad del siglo XIX.


Esta es la información más detallada en cuanto a la constitución y la ubicación de la población santiagueña que se pudo obtener y a partir de la cual se propone una proyección utilizando otros relevamientos más generales y datos de censos reproducidos en la bibliografía trabajada. Estos últimos relevamientos corresponden a los años 1790, 1800, 1819, 1824 y el primer Censo Nacional de 1869, desde los cuales se intenta mostrar el salto  cuantitativo en los registros que necesariamente debe ser analizado a la luz de nuevos datos.
En un periodo total de 91 años puede observarse un importante crecimiento de la población en una etapa que la historiografía clásica local  supone de decadencia económica. Esto nos hace pensar que podrían haberse realizado importantes omisiones en los relevamientos anteriores a 1869 o que no habría existido tal decadencia.


[1] Actas Capitulares Ed. 1948.
[2] Actas Capitulares Ed. 1948.
[3] Larrouy, Antonio (recop.) Documentos del Archivo de Indias para la historia del Tucumán, T II (Siglo XVIII), Tolosa, Eduardo Privat, 1927, pp. 380-382
[4] Alén Lascano atribuye estos datos al obispo Moscoso y aclara que es una estimación pero a su entender se trataría de una cifra más confiable ya que en ella se muestra mayor equilibrio entre las castas con cierto predominio del componente blanco en el total propuesto.
[5] Alén Lascano 1996
[6] Ídem anterior.
[7] Ibidem.
[8] Sin cuestionar el dato general, Palomeque pone en duda que la población urbana hubiese llegado a esa cifra ya que el censo de 1819 tiene como objetivo determinar la designación de representantes por jurisdicción en un momento de fuertes conflictos entre grupos urbanos y rurales. Palomeque 1992. p.49
[9] Alen Lascano 1996
[10] Parish, Woodbine 1958 en Palomeque 1992
[11] Hutchinson, Thomas 1945 también tomado de Palomeque 1992
[12] Larrouy op. cit.

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