martes, 20 de abril de 2010

El cabildo abierto del 22 de mayo. Pensamientos para una reflexión de cara al Bicentenario.

Mencionando a Jauretche, Galasso* (2005) reflexiona sobre las polémicas historiográficas y los intereses políticos e ideológicos que han hecho uso  de la recordación de los hechos de la revolución de mayo.
Este nos advierte que la idea de que el golpe político llevado a cabo por la “gente decente” del Cabildo, es un punto de partida para colonizar mentalmente a los argentinos y llevarlos a la errónea conclusión de que el progreso obedece solamente a la acción de la “gente decente”, especialmente si estos son amigos de los ingleses o los norteamericanos. En este sentido se encolumna la acción de un político e historiador como Bartolomé Mitre, cuya acción para la exaltación de los prohombres de la Argentina Colonial e independiente se impuso por décadas en los programas escolares, en los discursos de los intelectuales y en los suplementos culturales de los diarios y las revistas que en su mayoría difunden las ideas sacralizadas por Mitre y la elite conservadora de fines del siglo XIX. Vaciada de  conflicto y de protagonismo de los sectores populares, esta “historia boba” aburrió a generaciones enteras de estudiantes, que no terminan de entender lo trascendente de un proceso del cual se esconden sus motivaciones e intereses sectoriales.
En el mismo texto, Galasso señala que en el plano ideológico, la defensa del liberalismo, base de los procesos revolucionarios de la burguesía contra los privilegios del antiguo régimen absolutista, tenía en el Rio de la Plata un sentido diferente y entre sus partidarios se había planteado ya en los sucesos de Mayo de 1810 una profunda división.
Por un lado los que sostenían los reclamos desde un liberalismo nacional y latinoamericano orientado a la construcción de la nación, la modernización de  las formas de producción y el desarrollo de una democracia política.
Por el otro lado, los liberales conservadores u oligárquicos, que sustentaban un proyecto elitista, secesionista, porteñista y anti latinoamericano.
Galasso considera al tratamiento de los acontecimientos del 22 de mayo como el centro de la fabula, con la que se intenta dejar claro en la memoria de los argentinos y peor aun de los que se están formando en la escuela, que solo la gente selecta, “la gente decente”, las minorías, pueden hacer la Historia.

Galasso, Norberto. La Revolución de Mayo, Colihue, Buenos Aires, 2005.

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