lunes, 19 de abril de 2010

Memoria y olvido en la era de los Juárez:

Espacios de formación profesional de la historia en Santiago del Estero durante la segunda mitad del siglo XX

 

Introducción


Una de las maneras más elementales de evaluar el desarrollo académico del estudio de la historia en Santiago del Estero fue en un primer momento la comparación de lo que sucedía en esta provincia con lo que sucedía en el resto del país. En contacto mas fluido con estudiantes y docentes de la escuela de historia  de la U.N.T y en menor medida con estudiantes y docentes de historia de otras universidades del país en distintos encuentros y congresos, noté en la última década algunas diferencias entre sus comunidades científicas y la mía, y que esas diferencias no siempre parecían fundarse solamente en las carencias propias de la condicion periférica de la economía santiagueña sino mas bien en algunas prácticas que con alguna continuidad se han instalado en diferentes espacios de esta sociedad.
A partir de esta problemática ensayo la siguiente hipótesis: Los espacios de formación profesional en la segunda mitad del siglo XX  se apartan y en algunos casos frenan  el desarrollo  de la historia crítica local.
Desde esta hipótesis que inicialmente incluía a la historiografía local pero que no trataré ahora por ser este un adelanto de resultados,  sugiero enfocar a los institutos de formación de profesores de historia que fueron exclusivamente provinciales hasta los últimos años del siglo XX.
La selección del período se funda en la inicial convicción de las continuidades en las políticas de cultura y la educación de los gobiernos que se sucedieron, ya sea democráticos o de facto, y la inercia conservadora obrante en los distintos ámbitos de la vida provincial. De todas maneras, la virtual inexistencia de trabajos de investigación que analicen este problema hace necesario que se asuman los riesgos inherentes a las fundaciones.

La comprobación de la hipótesis se buscará en el marco de los conceptos de memoria y olvido trabajados en numerosas investigaciones de la historia reciente[1] y el rescate del período de la dictadura militar (1976-1983) desarrollados en las IX jornadas interescuelas/ departamentos de historia
Se utilizaran técnicas de historia oral, análisis de estadísticas de egreso de los institutos de formación docente, porcentajes de docentes con titulo específico en funciones en los diferentes niveles de la enseñanza obligatoria y polimodal.
El trabajo se construye como una primera aproximación  a la problemática para la posterior formulación de las hipótesis que pudieran surgir a partir de la exploración motivada en la presente investigación.

La necesidad de replantear las miradas de la historia

Las conmemoraciones y los siglos llevan a los hombres y mujeres a elaborar balances y miradas criticas de lo que se esta haciendo y del como se esta haciendo.
En el ámbito de la historia podemos observar a Ricardo Rojas[2], como exponente de la cultura santiagueña haciendo hacia 1916, en los festejos por el centenario de la independencia, una critica al conocimiento de lo que en ese periodo había acontecido, y sin dejar de mostrar respeto por las obras de Bartolomé Mitre y Vicente Fidel López, cuestiona el enfoque centralista y porteño del relato de los acontecimientos de liberación y organización de la nueva nación.
Tiempo después otro pensador santiagueño no menos reconocido, Bernardo Canal Feijoo, en su “Historia en tres anécdotas”[3] se refería al escaso conocimiento que de los contemporáneos de Juan Felipe Ibarra se tenía y lo difícil que era analizar el período de los caudillos en la historia de santiago sin esa información de contexto: “poseemos muy pocos testimonios acerca de los principales contemporáneos de Ibarra. En la perspectiva del tiempo parecen distinguirse junto al tirano por una solemne ineptitud de hacer algo”[4].
A poco de comenzar el siglo XXI y en la conmemoración de los cuatro siglos y medio de la fundación de la ciudad más antigua de la provincia y del país se tornaba impostergable una reflexión acerca de lo que estamos haciendo los santiagueños con nuestra memoria. Empezar a armar un rompecabezas del que al principio disponemos de pocas piezas, que comienzan a sugerirnos una mirada del pasado reciente, de un pasado que llega casi hasta nuestros días y que hoy intenta motorizar a la reflexión y a la discusión dialéctica en todos los sentidos del termino.

Una aguja en un pajar:  desde el presente a las claves del pasado
Éste es el titulo que correspondía a la empresa de encontrar un santiagueño en las “IX Jornadas interescuelas /departamentos de historia” que recientemente se realizaron en la ciudad de Córdoba, a solo 430 kilómetros de la capital santiagueña. La búsqueda entre los centenares de asistentes era casi imposible por la numerosísima concurrencia. El intento a través del programa impreso no presentó menores dificultades ya que solamente los expositores superaban el número de 660 historiadores. Pero al fin pude dar con una sigla conocida, un sociólogo de la Universidad Nacional de Santiago del Estero UNSE exponiendo su análisis de las luchas de los campesinos en la provincia. Una “aguja” que ni siquiera tenía que ver específicamente con la historia pero que ponía de manifiesto la virtual ausencia de la comunidad científica santiagueña en estos ámbitos.
Otra cuestión que me resultaba contrastante con las realidades que viven los investigadores de otras provincias tiene que ver con la manera en que accedí a la información referente a la realización de este evento. Accidentalmente, participé de unas conferencias de turismo y educación en la ciudad universitaria de la Universidad Nacional de Córdoba y di un paseo por la escuela de historia, para ver si saludaba algún viejo amigo; en ese casual paseo vi un afiche de las jornadas que se realizaban la semana siguiente.
Este es el problema que más me motivo a seguir la pista de un problema que ya habíamos charlado con Alberto Tasso y que en gran medida se esta mitigando en la apretada agenda del Colegio de Santiago y en este espacio de expresión y reflexión que ha ganado el Encuentro de Jóvenes Investigadores este año en su tercera edición.
Mas contrastes. Algunos viejos conocidos responden a mis preguntas algo ingenuas. ¿Cómo llegan a producir tanto sin descuidar demasiado sus obligaciones familiares y laborales?. Si bien la competencia es intensa, los centros desarrollados de la ciencia histórica en las grandes universidades argentinas permiten trabajar con mayor accesibilidad a tres importantes canales: la vinculación con investigadores reconocidos, la información y las becas. Los tres factores se encuentran habitualmente juntos y uno lleva a los otros. Recién después de diez años de participar en congresos y jornadas venía a dar con algunas claves del contraste aunque lamentablemente lo hacía en soledad pero con la posibilidad esperanzadora de ponerlo en discusión en este espacio.
La dinámica de la producción historiográfica santiagueña no cuenta aún con el uso habitual de esos estímulos democratizantes que supone el camino de ascenso de los que más perseveran y estudian mas allá de las posibilidades económicas que tuvieren previas al ejercicio de la profesión de investigadores.
Pero ¿Cómo  es la vida de los investigadores en los espacios de formación profesional en Santiago del Estero? ¿Cuáles son las características del sistema en el que se cocinan sus capacidades de abordaje de los diferentes objetos de análisis?
Santiago tiene hoy una realidad para la formación de investigadores de la historia con acceso a un título de grado: la articulación de los profesorados provinciales de historia con una duración mínima de cuatro años con una licenciatura a distancia en Historia que esta arancelada y se dicta en la UNSE con una duración aproximada de dos años. Pero esta realidad no se comprende sin contexto y teniendo en cuenta que esta modalidad de articulación aún no ha dado sus primeros frutos nos circunscribiremos a la segunda mitad del siglo XX y a las características de la formación en el ámbito provincial.

La era de los Juárez

Mas una construcción discursiva del propio estadista Carlos Juárez, que un período probado desde las concepciones procesuales en cuanto a las continuidades que puedan observarse en este lapso de tiempo se eligió el mismo para empezar a armar el rompecabezas que propone la hipótesis. En lo que respecta a la formación profesional podemos hablar de tal a partir de la experiencia iniciada en 1962[5] con la creación del Instituto Superior del Profesorado Provincial Nº 1.
Carente aún de ámbitos de formación universitaria, la provincia tomó cartas en el asunto de proveer de docentes calificados a un nivel medio en explosiva expansión. La aparición de claustros para la formación de grado se cristalizará en 1969 con la fundación de la Universidad Católica de Santiago del Estero (UCSE) y en 1973 con la creación de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE)[6] sin que se previeran en sus facultades el estudio y la investigación de la historia al menos de manera formal.

La historia de los acontecimientos contra la comprensión de los procesos como forma de  fragmentación del saber


El funcionamiento de la cátedra de Historia Americana y Argentina II en el ISPPNº1 fue en la década del 90 una muestra evidente de que en Santiago del Estero habíamos perdido el tren de la historia, pero esta vez como ciencia. La enseñanza de la asignatura desconocía a autores como Halperin Donghi, Chiaramonte o Sábato por mencionar a algunos que los estudiantes de entonces comenzábamos a leer con cierta fascinación. En ese momento el lugar de texto obligatorio de la asignatura era ocupado por “Crónicas de la historia argentina” en su soberbia cubierta de cuerina celeste y remates dorados. El aporte de bibliografía alternativa a la cátedra era considerado todavía en los ’90 un acto de subversión que recibía como respuesta la desconfianza y la hostilidad de la mayoría de la planta docente.

La cátedra de seminario como dique de contención


Otro de los espacios que obligaban a una mirada critica era la asignatura que en los noventa se había convertido en el dique de contención de los que buscaban la promoción de la carrera: Seminario de Historia Regional. Sin reglas claras, con un soporte legal dado por un Reglamento General de Institutos de Formación Superior que en forma sucinta normaba que el trabajo final elaborado en ese espacio era “una iniciación en las actividades de investigación”. Cientos de alumnos avanzados, algunos de ellos con mas de diez años de antigüedad en catedras del nivel medio y polimodal han vivido este “rito iniciatorio” en la investigación como una fijación en el sentido freudiano del término.
En la practica, ese trabajo se convirtió en una barrera infranqueable para muchos que debían realizar un camino marcado por las indefiniciones de la cátedra y una serie de criterios que cambiaban con el curso de la investigación. A esto debemos sumar las dificultades estructurales que se pueden aun hoy observar en las bibliotecas, museos y archivos de la provincia.

La investigación como experiencia traumática


De esta manera, se puso freno durante muchos años del periodo analizado a la promoción de animadores de la reflexión histórica y por la ausencia de una carrera similar en la universidad local también de investigadores  de las problemáticas locales. Pero en lo que hace a la investigación particularmente, el paso de los años siguiendo un mismo tema y en una cadena de frustraciones por no alcanzar la aprobación del trabajo fue convirtiendo la idea de ir a bibliotecas, archivos y otros reservorios de documentación en una experiencia de pánico. Esta vivencia traumática no tuvo aparentemente una intencionalidad ideológica por parte de los docentes encargados ya que los problemas que se generaron alcanzaron alternativamente a estudiantes de diferentes extracciones políticas y sociales. Un curioso ejemplo lo constituyen varios alumnos que llegaron a ser abanderados de la institución pero que a la hora de la promoción debieron esperar 5 y más años para lograr la aprobación y en algunos casos  aún no pudieron arribar a la presentación del trabajo.

La paranoia del plagio y el misterio de los trabajos de seminario


A falta de reglas claras para la realización de los trabajos de la asignatura mencionada, en la ultima década se plantearon numerosas advertencias desde la cátedra sobre el delito de plagio. Este delito que está tipificado y tiene estipulada su pena en la legislación vigente figuraba en el texto de un reglamento interno que finalmente no fue aprobado por las autoridades del ISPP Nro.1. En el texto del mencionado reglamento se atribuía a la cátedra de Seminario de Historia Regional la facultad de juzgar la comisión de ese delito y aplicar pena por la supuesta incurrencia. Este y otros excesos que desconocían normas generales en las cuales debía enmarcarse el reglamento terminaron por dejarlo sin efecto.
Relacionado también con la esta asignatura se fue generando una desinformación que incitaría a la construcción de miradas míticas desde estudiantes y docentes del mismo profesorado. Mas de 170 trabajos de seminario escritos por los hoy egresados de la carrera se mantuvieron fuera del alcance de los estudiantes que solicitaban acceder a ejemplos de lo que debían hacer como trabajos finales. Las repetidas negaciones ante la solicitud de consulta no se transformaron en denuncias por el temor a no egresar y posteriormente al egreso ya no se realizaban por el miedo a volver en unos casos y por la inercia de enfrentar nuevos desafíos en otros. La negación y la desinformación fueron generando mitos que en unas versiones situaban esos trabajos en bibliotecas privadas, a disposición de historiadores locales y hasta de visitantes de provincias vecinas y de otras.
También es importante señalar la existencia de una aparente “censura” de la falta de datos. Esta se materializaba con la sugerencia casi inobjetable de cambiar de tema por la ausencia de documentos que pudieran estar a disposición de los estudiantes desconociéndose en esos casos las técnicas de la historia oral y la importancia de su aplicación en un medio en el que se queman papeles y se borran pruebas para alentar la impunidad y burlar las seguridades mínimas que rezan las leyes.

La ausencia de competencia como agravante


Uno de los peores efectos que provoco la problemática descripta fue la virtual paralización y desarticulación de los espacios de investigación y reflexión de la historia en Santiago del Estero. Ni siquiera alcanzaban a cubrirse los cargos docentes específicos del nivel medio que eran ocupados por abogados, maestros, docentes de ciencias jurídicas y contables y otros profesionales que habían obviado inteligentemente el infranqueable muro y se encontraban ocupando el espacio de los profesionales de la historia luego de transitar caminos alternativos. Los resultados en el aula y la formación del pensamiento crítico de la propia historia quedaban también supeditados al azar de lo que finalmente resultó en cada caso. La falta de competencia por escasez de profesionales en unos casos o por falta de acreditación en otros se tradujo en el quietismo y subdesarrollo de la ciencia en la provincia mediterránea. La abundancia de trabajo hizo que los egresados alcanzaran rápidamente el limite de horas y no pudieran dedicarse a actividades de investigación que de alguna manera tiene que estimularse desde un espacio de sana competencia e intercambio. La escasez también aletargó las gestiones por la creación de un ámbito para que el estudio de la historia alcanzara el título de grado lo que se concretaría recién a fines de siglo.
En el caso puntual de la creación de la licenciatura a distancia en Historia en la UNSE, el  proyecto tuvo mas apoyo del centro de estudiantes que desde las autoridades de la institución pese a estar en vigencia durante su tratamiento la nueva ley de educación superior y un convenio marco entre la universidad y el ejecutivo provincial desde donde se promocionaba la articulación.

Mas que conclusiones caminos que se abren


A partir de este primer análisis es necesario que para un completo análisis de lo que recordamos y de los que olvidamos los santiagueños miremos también otros actores a los que le cabe protagonismo en este asunto; al estado y a las instituciones privadas e intermedias. En este sentido se torna muy necesario un estudio de la historiografía del período y de las relaciones posibles entre esta y las instituciones que se involucran en la construcción de imágenes del pasado santiagueño.
No podemos dejar de mencionar el florecimiento de espacios de reflexión en  estos últimos años y entre ellos el “Primer encuentro de jóvenes estudiantes investigadores”, generado desde un colegio privado (Nuestro Señor de los Milagros de Mailín) y que por iniciativa de sus docentes involucró a los institutos de formación docente de Santiago del Estero, Clodomira y Suncho Corral; a las “Jornadas de reflexión sobre la historia de Santiago del Estero” organizadas por la Licenciatura en Historia de la UNSE; y finalmente este tercer Encuentro de Jóvenes Investigadores organizados por El Colegio de Santiago, el primero y el último realizados con mas creatividad que presupuesto y desafiando al olvido con la fuerza del trabajo.
El camino por recorrer estará dado por la realización de numerosas investigaciones que traigan nuevas imágenes a nuestra memoria. Que develen la identidad de los hombres e instituciones que construyen la historia y el inconsciente colectivo de los santiagueños.

Anexo

Listado de instituciones relacionadas con la historia y la memoria en Santiago del Estero.


El Estado  Nacional
·       Licenciatura en Historia de la UNSE (arancelada)
·       Monumentos históricos nacionales

El Estado  provincial
·       Dirección General de Cultura de la provincia
Museo Histórico
Museo Antropológico y arqueológico
Museo de Bellas Artes
·       Profesorado en Historia del ISPP Nro.1
·       Jornadas de Historia de Santiago del Estero 1999 (museo) y 2000 (sirio)
·       Otros profesorados (Termas y Fernández de Historia y Literatura hoy inactivos; y Clodomira, Suncho Corral y Quimilí de Historia en actividad)
·       Colegios del 3er. Cilclo y Polimodal

El Estado  Municipal
·       Dirección de cultura de la Municipalidad de Santiago del Estero


Historiadores e Instituciones científicas y culturales
·       Historiografía santiagueña
·       Institutos que trabajan por la imagen de próceres (Sanmartiniano, Ibarriano, Belgraniano, Borges) .
·       Sociedad Argentina de Historiadores filial santiagueña.
·       UCSE
·       Sociedad Santiagueña de Heráldica y Genealogía.
·       Sociedad de Numismática y Filatelia de Santiago del Estero
·       Biblioteca Popular Sociedad Sarmiento
·       Colegios e institutos privados de educación
·       El Colegio de Santiago



Bibliografía


Lübbe, Hermann. Filosofía práctica y Teoría de la Historia, Editorial Alfa, Barcelona, 1983.

Alen Lascano, Luis C., Historia de Santiago del  Estero, Plus Ultra, Buenos Aires 1996

Alen Lascano, Luis C., La Educación en Santiago del Estero, en Retrato de un siglo, Ediciones El Liberal, Santiago del Estero, 1998.

Revista de la Sociedad Argentina de historiadores, Filial Santiago del Estero, Números 1 a 4 editadas durante los años 1993 y 1994

Canal Feijóo, Bernardo. Historia en tres Anécdotas. Revista Ñan – Nivel de Historia

Lami Hernández, José María. Historia de Santiago del Estero. Ediciones UNT 1994 San Miguel de Tucumán

Articulos periodísticos del diario El Liberal


Informantes entrevistados:


María Cecilia Rossi       UNSE
Carmen Quiñónez      Museo Historico Provincial
Velia Russo   Analista Dirección del Nivel Terciario – Subsecretaría de Educ. y Cult.
Julio Nicolao Egresado ISPP Nº1 - CISADEMS
Germán Montiel   Egresado ISPP Nº1
Gustavo Castellanos  Seccion Títulos – Dirección del Nivel Terciario
Eugenia Medez  Seccion Alumnos ISPP Nº1
Silvia Piccoli de Barron    Egresado ISPP Nº1
Marcela González  Estudiante ISPP Nº1
Hugo Herrero  Egresado ISPP Nº1
Luis E. Gómez   Egresado ISPP Nº1
Ana Melian   Egresado ISPP Nº1


1


[1] Viano, Cristina (UNR) y Schmucler, Héctor (UNC) en panel sobre Historia, Memoria, Presente realizado en la apertura de las XI Jornadas Interescuelas /departamentos de Historia (año 2003).
[2] En el libro “La Argentinidad”, publicado en 1916 con motivo del centenario de la declaración de la independencia, Rojas se había propuesto llevar a cabo una evaluación crítica del estado del conocimiento sobre el proceso de la revolución y la independencia destacando el escaso conocimiento de lo sucedido durante aquel período en los ámbitos provinciales. Rojas, a diferencia de Bartolomé Mitre y Vicente Fidel López había propuesto una interpretación de los acontecimientos mencionados desde la llamada “Intendencia del Norte” donde, de acuerdo con  su perspectiva radicaba el “núcleo más antigua de la nacionalidad”. Los problemas derivados de las luchas civiles y las guerras de la independencia eran analizados fundamentalmente a partir de la experiencia sucedida en el cabildo de la provincia de Jujuy. Ese era, al igual que otros similares del interior,  para Rojas, el ámbito en el que, con mayor fortaleza habían arraigado las ideas liberales, democráticas, republicanas y federales por contraposición a las tendencias monárquicas y centralistas propias de los medios porteños.
[3] Canal Feijóo, Bernardo. Historia en tres Anécdotas. Ñan – Nivel de Historia
[4] idem anterior.
[5] Lami Hernández, José María. Historia de Santiago del Estero. Ediciones UNT 1994 San Miguel de Tucumán.
[6] Idem anterior.

2 comentarios:

  1. Realmente muy escaso contenido para mencionar a Juárez, un líder político contemporáneo.

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  2. Le propongo que se identifique y a cambio le cuento el sentido de la mencion, que fue hecha durante un tiempo en que el poder de los Juarez tuvo un efecto aun inexplorado en el entramado institucional de la sociedad santiagueña contemporanea...

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